jueves, 8 de noviembre de 2012

MARÍA BLANCHARD

   La exposición de la que voy a hablar es la que se presenta en el Museo Reina Sofía de Madrid hasta el 25 de Febrero de 2013. Dedican en esta ocasión, una exposición monográfica a la pintora cubista María Blanchard. La exposición es sencilla y hace un recorrido por los diferentes periodos que paso la artista, desde sus comienzos en una España regeneracionista, pasando por el París de Picasso y Juan Gris, hasta el retorno a las formas inscribiéndose en la Nueva Objetividad. Ramón Gómez de la Serna describió a la pintora como "Menudita, con su pelo castaño despeinado en flotantes abuelos, con su mirada de niña, mirada susurrante de pájaro con triste alegría".  

         



       En la primera sala, se contemplan una serie de cuadros, que deteniéndome en uno de ellos, todos recuerdan de manera notable el estilo de Frida Kalho. Si conocemos la vida de ambas artistas, vemos que tienen algo en común. María Blanchard nació con un problema de deformidad en la columna lo que explica su devoción por la pintura como vía de escape. En el cuadro presentado en esta entrada es el de La Communiante. > Claro recuerdo también al pintor mexicano Diego Rivera, que ambos se conocieron en París. 
     El color de este periodo es rico, con abundantes rojos, verdes...que no perderá en su etapa cubista, distinguiéndose de sus dos compatriotas Juan Gris y Pablo Picasso que utilizarán colores más apagados, marrones o grises. De ahí, que F.Picabia hable del "cubismo como una gran mole de mierda". Pero esta frase no es aplicable a la pintura de María Blanchard que desprende color y fuerza. 
Mientras que Gris y Picasso repetirán sucesivamente los grandes iconos del cubismo como son la botella, el periódico, la copa o la mandolina, Blanchard jugará con la mujer como principal elemento. Interesante la segunda sala donde se aprecian cuadros de esa temática de la mujer con abanico, pasando ya a un estilo cubista propio. Su estilo es de un cubismo plano, de colores puros. Se aprecian en varias de las Composiciones que se muestran en la exposición. 



     Me gustaría detenerme en un cuadro, para mí de gran delicadeza. Éste se sitúa en un lugar que, en mi opinión, es poco idóneo. Se encuentra en un pasillo, entre sala y sala, que ambas están muy separadas. Se trata del cuadro titulado < La Convalecencia. Se fecha en el año 1930. En esta etapa, María hace énfasis en las figuras de mujeres y niños enfermos. Muchos consideran, el cuadro de la Convalecencia su obra maestra. Es una pintura, de cuidada factura, donde representa una mujer enferma. No pierde su color característico y la pincelada es segura y clara. Los elementos estrictamente de la etapa cubista desaparecen y la pintura se hace a base de reflejos. 


       Interesante es fijarse en cómo la firma va variando a lo largo de su carrera artística. Empieza firmando como M.GUTIÉRREZ. Posteriormente relega el primer apellido por el segundo, M.G.BLANCHARD, para finalmente eliminar la G. Su madre se llamaba Concepción Blanchard y Santiesteban, y María opto por utilizar su apellido materno, más artístico. 

    Su estilo más puramente cubista va desde 1916 hasta 1927. En estos cuatro años, la producción de Blanchard es inmenso y esta exposición da buena cuenta de ello, reservando 2 salas a las pinturas de este periodo. En mi opinión, la etapa cubista de María se podría dividir en dos sub-etapas. Yo veo mucha diferencia entre las pinturas que van de 1916 a 1922/23 más o menos, y las pinturas realizadas hasta 1927. Cojo como ejemplo el cuadro de La Mujer del Abanico >, fechado en 1916 y 

      A su regreso a España, la pintora vuelve a la figuración. El año 1927 está marcado por una crisis espiritual que la volcó hacia la fe cristiana. Maternidades, niños y niñas. Destacó cierto influjo de la pintura de Tamara de Lempika en cuanto a la monumentalidad de las figuras. Se ve claramente en su pintura La maternidad

      En general la exposición es simple, coherente y sin grandes sorpresas. Te haces buena idea de la pintora, pero la consideré aburrida y sosa. Se puede mostrar otra cara de la pintora, que dentro de su vida dramática, realiza obra de una dulzura inigualable. 







viernes, 26 de octubre de 2012

The Great Hirst


     

      Tuve la suerte que en mi último viaje a Londres, coincidi con la exposición del artista Damien Hirst en la Tate Modern. Había oído hablar de este personaje, he visto entrevistas e incluso algún que otro comentario sobre su obra. Pero ni sus palabras, ni las de los expertos son comparables a lo que vi en la exposición. Situada en la 2º planta del Museo londinense, se extiende a lo largo de 14 salas. En un primer momento asusta: 14 salas! Pero el recorrido es ameno en un espacio muy aéreo. 


      Damien Hirst es un artista controvertido. Puede gustar o horrorizar. No hay término medio. Siendo poco objetivo respecto al personaje puesto que desde sus primeras obras capto mi atención, llevaba de "conejillo de indias" a mi hermana. Estudiante de 1º de Bachillerato, pensando más en el Wifi del Museo que en la obra de un tío que mete animales en formol. Hirst es la cara visible del grupo YBA (Young British Artist). Un grupo formado a partir de la exposición Sensation y con el mecenazgo del empresario Saatchi. Damien Hirst es el artista vivo mejor pagado. 
     La exposición comienza con sus primeras obras de estudiante. Abundan las pinturas de los puntos de colores. ¿Quizás una especie de código Morse que tenemos que descifrar? Los hay desde lienzos pequeños con los puntos grandes, a un lienzo enorme con puntos minúsculos que casi a distancia estos puntos desaparecen. 

     La gran obra presente, que no podía faltar y la cual tenía especial interés en ver es The Physical Impossibility of death. Ya sólo el título impone. Pero si encima se trata de un tiburón metido en formol con la boca abierta, asusta mucho más. El cristal que lo contiene ejerce unos efectos ópticos cuando estas rodeando la caja. El artista dice estas palabras respecto a su obra, "I thought, well, if I can get one in a big enought space, actually in liquid, big enought to frighten you, that you feel you're in there with it, feel that it could eat you, it works". Al igual que el tiburón, nos encontramos en la exposición una oveja metida en formol, una vaca y  un ternerito. Mientras que el tiburón responde más a un sentimiento de miedo, la obra a la que el artista ha titulado Mother and child divided transmite repudio. Esta obra de 1993 abre una serie de Historia Natural donde lo que nos quiere hacer ver es todo el esqueleto y órganos de diferentes animales. Nos muestra el interior y el exterior simultáneamente. Hay críticos que han querido ver en esta obra iconografía cristiana. Para mi "conejillo de indias", esta obra donde podías pasar entre medias de la vaca cortada a la mitad, ha sido la que más le impresiono. No viendo esa iconografía de maternidad, sino un repudio hacia lo que estaba contemplando boquiabierta. ¡Se olvido por unos instantes del Wifi! 
      Por primera vez, Damien Hirst ha juntado varias obras para realizar una misma instalación. El motivo de las alas de la mariposa ha sido reiteradamente utilizado. Pero en esta ocasión, en una de las salas aparecen mariposas vivas, que aletean por la sala de flor en flor. Esta obra se funde en las dos salas contiguas con una mesa con un cenicero en las cuatro esquinas y la Sala 7 donde aparece Pharmacy. Es una instalación que el artista describe "You can only cure people for so long and then they're going to die anyway". 
      Siguiendo con las mariposas y ahora sí dándole una iconografía cristiana clara, Hirst realiza unas vidrieras con el motivo de las alas. Son vidrieras de un color absolutamente brillante. Con solo las alas de las mariposas, realiza grandes dibujos. A distancia, apenas podemos distinguir las alas. Son realmente impresionantes y merecen una entrada aparte. 
      Otra de las salas que me llamaron la atención por la obra Black Sun. Una obra que de primeras sorprende por su tamaño y color negro..que al acercarte te das cuenta que no son ni más ni menos que moscas muertas pegadas!!!Nos vuelve a remitir a la muerte, al agobio, a lo penoso. Moscas, un animal que molesta, pequeño, negruzco, sin ninguna belleza. 
       Para terminar la exposición, el artista nos da un respiro con su obra Incomplete Truth. Algo contradictorio pues se trata de una paloma blanca metida en formol. La verdad incompleta. Un sentimiento de religiosidad, contradicción, muerte. La exposición muestra un Hirst auténtico, único. Brillante. 

                                             Inés Fernández Carrasco 

jueves, 25 de octubre de 2012

Presentación

       He creado este Blog para hablar sobre todas las exposiciones que he visitado y mi opinión sobre el complejo mundo del arte, sus problemáticas y contradicciones, pero también los placeres y sus alegrías. Me gustaría presentarme: Me llamo Inés Fernández, soy licenciada en Historia del arte y actualmente realizo un Máster sobre Gestión y Comunicación en Cultura Contemporánea por el Instituto Ortega Y Gasset-Gregorio Marañón. Me interesa de manera especial el Arte Contemporáneo, teniendo predilección por algunos grupos como Young Brithish Artist o movimientos, el expresionismo abstracto de Pollock o Rothko. 
        El Blog no va dirigido a especialistas, sino a las personas que tengan un gusto por el arte, más allá del Teórico. Para amar una pintura, una escultura, una canción, una obra de teatro...no es necesario tener grandes conocimientos, pero si creo que una ayuda pone las bases para que lo que te guste tenga sentido.