viernes, 26 de octubre de 2012

The Great Hirst


     

      Tuve la suerte que en mi último viaje a Londres, coincidi con la exposición del artista Damien Hirst en la Tate Modern. Había oído hablar de este personaje, he visto entrevistas e incluso algún que otro comentario sobre su obra. Pero ni sus palabras, ni las de los expertos son comparables a lo que vi en la exposición. Situada en la 2º planta del Museo londinense, se extiende a lo largo de 14 salas. En un primer momento asusta: 14 salas! Pero el recorrido es ameno en un espacio muy aéreo. 


      Damien Hirst es un artista controvertido. Puede gustar o horrorizar. No hay término medio. Siendo poco objetivo respecto al personaje puesto que desde sus primeras obras capto mi atención, llevaba de "conejillo de indias" a mi hermana. Estudiante de 1º de Bachillerato, pensando más en el Wifi del Museo que en la obra de un tío que mete animales en formol. Hirst es la cara visible del grupo YBA (Young British Artist). Un grupo formado a partir de la exposición Sensation y con el mecenazgo del empresario Saatchi. Damien Hirst es el artista vivo mejor pagado. 
     La exposición comienza con sus primeras obras de estudiante. Abundan las pinturas de los puntos de colores. ¿Quizás una especie de código Morse que tenemos que descifrar? Los hay desde lienzos pequeños con los puntos grandes, a un lienzo enorme con puntos minúsculos que casi a distancia estos puntos desaparecen. 

     La gran obra presente, que no podía faltar y la cual tenía especial interés en ver es The Physical Impossibility of death. Ya sólo el título impone. Pero si encima se trata de un tiburón metido en formol con la boca abierta, asusta mucho más. El cristal que lo contiene ejerce unos efectos ópticos cuando estas rodeando la caja. El artista dice estas palabras respecto a su obra, "I thought, well, if I can get one in a big enought space, actually in liquid, big enought to frighten you, that you feel you're in there with it, feel that it could eat you, it works". Al igual que el tiburón, nos encontramos en la exposición una oveja metida en formol, una vaca y  un ternerito. Mientras que el tiburón responde más a un sentimiento de miedo, la obra a la que el artista ha titulado Mother and child divided transmite repudio. Esta obra de 1993 abre una serie de Historia Natural donde lo que nos quiere hacer ver es todo el esqueleto y órganos de diferentes animales. Nos muestra el interior y el exterior simultáneamente. Hay críticos que han querido ver en esta obra iconografía cristiana. Para mi "conejillo de indias", esta obra donde podías pasar entre medias de la vaca cortada a la mitad, ha sido la que más le impresiono. No viendo esa iconografía de maternidad, sino un repudio hacia lo que estaba contemplando boquiabierta. ¡Se olvido por unos instantes del Wifi! 
      Por primera vez, Damien Hirst ha juntado varias obras para realizar una misma instalación. El motivo de las alas de la mariposa ha sido reiteradamente utilizado. Pero en esta ocasión, en una de las salas aparecen mariposas vivas, que aletean por la sala de flor en flor. Esta obra se funde en las dos salas contiguas con una mesa con un cenicero en las cuatro esquinas y la Sala 7 donde aparece Pharmacy. Es una instalación que el artista describe "You can only cure people for so long and then they're going to die anyway". 
      Siguiendo con las mariposas y ahora sí dándole una iconografía cristiana clara, Hirst realiza unas vidrieras con el motivo de las alas. Son vidrieras de un color absolutamente brillante. Con solo las alas de las mariposas, realiza grandes dibujos. A distancia, apenas podemos distinguir las alas. Son realmente impresionantes y merecen una entrada aparte. 
      Otra de las salas que me llamaron la atención por la obra Black Sun. Una obra que de primeras sorprende por su tamaño y color negro..que al acercarte te das cuenta que no son ni más ni menos que moscas muertas pegadas!!!Nos vuelve a remitir a la muerte, al agobio, a lo penoso. Moscas, un animal que molesta, pequeño, negruzco, sin ninguna belleza. 
       Para terminar la exposición, el artista nos da un respiro con su obra Incomplete Truth. Algo contradictorio pues se trata de una paloma blanca metida en formol. La verdad incompleta. Un sentimiento de religiosidad, contradicción, muerte. La exposición muestra un Hirst auténtico, único. Brillante. 

                                             Inés Fernández Carrasco 

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